miércoles, 4 de enero de 2017

Esta guatemalteca hará valer su voz y la de otras mil mujeres en el cambio de mando de EE.UU.

Por Jéssica Osorio | Guatemala
@JessicaOsorio

Rebeca Champney, una migrante de origen guatemalteco, compró como pudo un boleto de avión de costa a costa en los Estados Unidos de América. En su equipaje llevará ropa, valentía, ímpetu y mil listones con nombres de quienes que no pueden trasladarse pero apoyan la conocida como Marcha de las Mujeres en Washington DC, prevista para el próximo 21 de enero, en el marco de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump.

Ella vive en Los Ángeles, California, lugar en donde un grupo de mujeres apoya el movimiento "Women's March", una marcha pro derechos humanos y de igualdad de trato hacia la mujer y las minorías.
La idea es que los participantes logren hacerse escuchar  y unió a miembros de la comunidad LGTB, Afroamericanos, nativo americanos, latinos, anglos (blancos ), judíos y asiático ascendientes, entre otros.
Teresa, una salvadoreña integrante de la comitiva con 71 años de edad y quien padece reumatismo, acompañará a su hija y a su nieta para demostrarles, que se deben defender los ideales pase lo que pase.
Una de las consignas más importantes es women rights are human rights (Los derechos de las mujeres, son derechos humanos) y se estima que será de las marchas más grande durante una investidura presidencial en la unión americana.
“Es una acción ciudadana en pro del bienestar y respeto a las minorías. Nos pronunciamos pro-derechos humanos, ética en un trato justo y no a la discriminación racial, de género, edad, estatus migratorio, discapacidades especiales, opciones de vida (gay y lesbianas), denominación religiosa…”, explicó Champney.
Agregó: “Soy mujer latina migrante no ignorante. La unión ante la desigualdad nos une en una voz unísona de presencia. Unidas/os lograremos cambios históricos para la humanidad. Demos el justo espacio de atención a la niñez, a la educación y al medio ambiente. ¡Es Necesario!”.


Precios se disparan

En Washington DC, los precios de la estadía para tres días en esas fechas se dispararon y se calcula que quien viaje invertirá unos US$6 mil, razón por la que grupos de latinos están aceptando la permanencia de los manifestantes para cobijarlos durante su lucha.
Champney nos explica que población en general, de todas las razas, religiones y estatus social “están abriendo las puertas de su hogar para dar espacio a que los fuereńos que asistan a la marcha tengan donde dormir”.
La página que promociona el evento ya superó los 82 mil likes. El hashtag #WhyWeMarch (#PorQuéMarchamos) reúne comentarios como el de Gloria Chesbro, quien se identifica como una mujer blanca, de 60 años, madre, esposa, maestra y feminista. “Marcho para celebrar a todos los estadounidenses que han convertido su temor y disgusto en rebelión. Este movimiento está en llamas ... ¡cambiemos el mundo! Orgullosa”.
También está Michele Stiles, un año mayor que Chesbro, gay, casada, y quien expresa que protestará contra la legislación radical que promueve la discriminación racial, religiosa y de género. “Los derechos de voto, la igualdad de género, la igualdad matrimonial son derechos por los que todos debemos luchar. No voy a sentarme en silencio y verlo quitado”, remarcó.
Los mensajes llegan desde varios puntos de EEUU, hay de Albuquerque, Illinois, e incluso de afuera, por ejemplo Londres. Alemania y Oslo. El periódico The Guardian es de los primeros en informar sobre el evento. Incluso Amnistía Internacional-USA se identifica como Co-sponsor del mismo, entre otras organizaciones de talla mundial.

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