miércoles, 6 de septiembre de 2017

El futuro sobresaliente de niña guatemalteca en peligro tras freno al DACA


Por Jéssica Osorio

María* y su madre Fátima* salieron de Guatemala cuando ella apenas tenía 6 meses. En brazos, cruzó México y el río Bravo en 2006. La balsa que las llevó a buscar el sueño americano casi dio vuelta con seis personas a bordo, pero lograron ingresar por McAllen, Texas.

Su padre les esperaba en Virginia a tres días de distancia que recorrieron en bus tras ser abandonadas por el coyote en Tamaulipas al iniciar el trayecto en balsa. En todo el recorrido no comieron, pero María sobrevivió gracias al pecho de su madre, quien apenas se alimentaba.
Al llegar a Virginia, Fatima lloró, no conocía a nadie y sufría por no tener cerca a su familia. El único contacto con el exterior las primeras semanas fue una ventana y la televisión porque tenía mucho temor de salir y perderse.
A los cuatro años María ingresó al prekinder y un año después en kinder, como muchos estudiantes de su edad, enfrentó problemas de bullying aunque desde ahí presentó muestras de su inteligencia.

Sus logros
Ahora cursa el Séptimo Grado (equivalente en Guatemala al Primero Básico) y sus calificaciones son brillantes. También es deportista y en soccer se desempeña como delantera con una zurda que pone a temblar a los equipos rivales.
Su madre muestra con orgullo un pliego envidiable de diplomas, uno de ellos a la Excelencia por destacar en el curso de educación física y resistencia avalado por el Attaining VA Wellness. Hay otro de la banda de la escuela por su papel destacado como trompetista y un premio por sobresalir en rendimiento fisico en su centro de estudios.
También fue patrullera escolar, situación que le permitió cuidar a sus compañeros de escuela, y las autoridades de su centro de estudios le concedieron un reconocimiento de honor por ser Principal Pride (Orgullo del director)" y otro por ser líder en la Asociación Estudiantil.
Los triunfos continuaron. Su escuela la seleccionó para formar parte de un programa que reconoce el potencial académico y la determinación para aceptar retos en cursos así como su compromiso para trabajar duro ya que este plan la encamina a la universidad. La notificación que llegó a manos de su madre describe la selección como: "This is truly an honor and recognizes your child's academic potential", algo que llenó de alegría el corazón de Fátima.
Y no es para menos, el programa se constituye en una guía para jóvenes en su ruta a la universidad. Los estudiantes que participan ahí fueron recomendados por un adulto que los considera líderes, buenos ciudadanos, respetables y respetuosos, destinados al éxito con el manejo y determinación para ganar retos. "You are destined for success", dice la carta.
Uno de los logros más importantes, le fue concedido tres meses después por el Federal Bureau of investigation (FBI) y fue catalogada como Junior Special Agent Program, lo que en español equivale a ser un agente junior especial por su desempeño en un programa de capacitación.
Este último reconocimiento provocó una gran alegría a su madre y a la vez tristeza, pues debido a su condición de migrante indocumentada no pudo estar en el acto de clausura y vio en vivo a su hija destacar entre muchos niños estadounidenses y de otras nacionalidades.

Amenaza al éxito
Maria tiene 12 años, le faltaron tres para ser aceptada en el Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA). Esta entrada se escribió un 6 de septiembre, un día después de la suspensión de ese programa que se constituyó como un gran legado por parte de la administración de Barack Obama y que ahora, fue suspendido por su sucesor Donald Trump, truncando los sueños de tantos jóvenes promesa en los Estados Unidos de América.
"These Dreamers are Americans in their hearts, in their minds, in every single way but one: on paper", escribió en su muro Obama, lo que en español vendría a ser: "Estos Dreamers son americanos en sus corazones, en sus mentes en cada situación, excepto en una: en el papel".
El futuro de María es incierto ahora, su madre teme que todo el camino recorrido de manera sobresaliente y el apoyo de terceros ya no alcance un final feliz. Su única esperanza y otras 800 mil familias, recae ahora en el Congreso estadounidense

*Nombres ficticios







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